Muchos padres competemos errores con nuestros hijos:

uno es que los adoramos, si me refiero a que nuestra vida gira en torno a ellos, recuerda nuestros hijos han sido creados para ser amados no idolatrados.

Creemos que nuestros hijos son perfectos, no podemos escuchar una critica negativa de ellos , la verdad aveces duele, por eso hay que escuchar con el corazón y la mente abiertos así podremos mejorar.

Queremos vivir a traves de ellos y sus logros los convertimos en nuestros, y llega un momento en que su felicidad empieza a confundirse con la nuestra.

También queremos convertimos en su mejor amigo, recordemos que somos padres y todos queremos que nuestros hijos nos quieran, pero tenemos que aceptar que nuestros hijos se van a enfadar y en ocasiones no les van a gustar nuestras decisiones.

No compitas con tu pareja por se el mejor padre recuerda es un trabajo de dos. Nunca olvides lo maravilloso que es ser niño, aveces educar niños es duro y agotador física y  emocionalmente. La presión en nuestros hijos empieza demasiado pronto asi que si les queremos ayudarlos tenemos que protegerlos de estas presiones y dejarlos se niños que disfruten cada etapa de su niñez con juegos y descubrimientos.

Aveces nos creamos una imagen propia de nuestros hijos, aveces creamos al hijo que queremos tener y no al que tenemos. Nuestro trabajo consiste en descubrir sus dones innatos en tratar de guiarlos por el buen camino.

Recuerda los hechos pesan mas que las palabras, si me refiero a cuando nos ven discutiendo con la pareja o con nuestra madre, hermana…. Nuestros hijos se dan cuenta y eso les da permiso para comportarse igual.

Empezar a criticar a otros padres y a sus hijos, independientemente de lo que piensas acerca de su forma de educar no es tu misión juzgarlos.

Y por ultimo nunca subestimes el caracter, Si queremos fomentar el caracter, la confianza, la fuerza y la resistencia tenemos que dejarlos que en ocasiones se enfrenten a adversidades y que experimenten el orgullo que se siente al salir ganando en una situación.  Es doloroso ver a nuestros hijos caer, pero aveces es necesario.

Tus hijos no tendrán éxito gracias a lo que hayas hecho por ellos, sino gracias a lo que les hayas enseñado a hacer por si mismos.